Debemos evitar...

• Substituir el agua por bebidas azucaradas u otras: el agua es la mejor bebida para hidratarnos. Se debe consumir un litro o uno y medio al día.

• Comer demasiados alimentos con azúcar: en exceso es un nutriente peligroso que favorece la abesidad y enfermedades como la diabetes. Alimentos como las golosinas, dulces, zumos no naturales o bollería, tienen mucho azúcar, y por lo tanto, debemos reducir su consumo habitual.

• Cenar en exceso: las cenas demasiado calóricas tienen dos puntos muy negativos. El primero es que supone una sobrecarga para el sistema digestivo, algo que puede dificultar después nuestro descanso. El segundo, que contribuyen al sobrepeso y obesidad. Si hay alguna comida que tengamos que hacer al día más calórica, cuanto más alejada de la hora de dormir mejor.

• Comida rápida más de una vez a la semana: esta comida es sinónimo de alimentos con un exceso de calorías, grasas o azúcares. Como máximo una vez a la semana.

• Alcohol como algo habitual en nuestra dieta: aunque tengamos asumido que el alcohol en pequeñas dosis no es perjudicial, cuanto menos mejor.