Es importante saber que las mujeres que llevan a cabo una dieta saludable durante su embarazo tienen un riesgo menor de tener un bebé con cardiopatía congénita. Constituyendo un 37% menos de riesgo con respecto a las mujeres que tomaban una dieta mala de tener un bebé con tetralogía de Fallot. Esta patología consiste en que los bebés se vuelven de color azul debido a que su sangre no puede transportar la cantidad de oxígeno necesaria. También reduce un 23% la probabilidad de tener un bebé con un defecto septal auricular o un agujero en la pared que separa las dos cámaras superiores del corazón.
La dieta más beneficiosa para dichos posibles anomalías en el bebé serían las ricas en verduras, frutas, frutos secos, legumbres, granos integrales y pescado, limitando el consumo de lácteos, carne y dulces. También se consideran saludables el ácido fólico, el hierro y el calcio.
La investigación llevada a cabo únicamente mostró una asociación entre ambas hechos.
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