Existen numerosas razones para incluir estas semillas en nuestra dieta, son una excelente fuente de fibra, contienen calcio, proteínas, ácidos grasos omega-3 y son antioxidantes.
Cuando las semillas de Chía se asocian a líquidos ya sea agua, leche, zumos o el que sea, se forma un gel debido a la fibra soluble que contienen, así nos sentimos llenos por más tiempo y además retrasa el aumento de azúcar sangre.
Ahora ya sabemos que son buenas, que nos ayudan a controlar el apetito y además a prevenir algunas enfermedades, evitar la retención de líquidos, eliminar toxinas, regular la flora intestinal...pero además de todo esto debemos saber algo de su versatilidad y conocer algunas recetas donde estas semillas estén presentes.
Recetas:
La forma más común de ingerir semillas de Chía es mezclándolas con agua, zumo o algún alimento líquido para la rápida absorción de sus nutrientes. Cuando éstas se mezclan con algún líquido se forma, como dije anteriormente, un gel, el cual se puede añadir a los aliños de ensaladas, postres o tomarlo a cucharadas.
- Snack súper antioxidante:
Trituramos un puñado de arándanos en un vaso de agua. Lo ponemos en un bote, añadimos dos cucharadas de semillas, tapamos el bote y lo llevamos al frigorífico un mínimo de dos horas. Las semillas se activan con el agua y se vuelven gelatinosas.
Riquísimo!!!


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